En primer punto aclaro que no hay una cultura única que pueda absorber a las demás,
cada una débe de tener su particularidad, su encanto y sobre todo su razón. Yo
diría que en vez de sembrar el miedo y la confrontación entre culturas sería mucho más sutil apostar por la
riqueza, variedad y además por la belleza de la multiculturalidad. A este punto
me atrevería a decir que la globalización
y el multiculturalismo son dos realidades relacionadas. El aumento de
las desigualdades económicas en el mundo a conllevado a la emigración de las
zonas menos desarrolladas a las mas prosperas, lo que ha supuesto la llegada a
los países occidentales de gentes con diversas culturas. Pero al mismo tiempo
la globalización en tanto encarnación del neoliberalismo económico ha supuesto
la erosión del estado de bienestar
y de muchos derechos sociales
y en consecuencia ha aumentado las desigualdades en el interior de los países desarrollados,
de esta forma la integración socioeconómica y cultural de los inmigrantes se ve
dificultada. Como resultado se perfila un escenario con muchas sombras para la convivencia multicultural y la
justicia social.En este contexto las migraciones desde los países de tercer mundo hacia los mas desarrollados han adquirido gran importancia, la
llegada de gentes con otros
códigos culturales al mundo occidental y la exigencia de respeto y
reconocimiento a esas características
suponen un desafío para las sociedades receptoras. En conclusión a lo refiere mi texto es que lo
que esta en juego es la posibilidad de una convivencia mas pacifica basada en la justicia
social y en la igualdad de
oportunidades para todos los ciudadanos mas allá de sus identidades
particulares.
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